jueves, 1 de octubre de 2009

Oda a Miranda

Miranda es en el humo, la mas fresca y delicada de las musas
Cuando la lira evoca su nombre en armoniosas y vastas notas
Se dispersa sutil y tranquila, mece su vestido y alza su copa
Y el que la mira cree perderse en un éter de palabras confusas

Es ésta la alborada, Miranda, cuando el día sigue a la madrugada
Aurora clarea en tu cara y tú la correspondes con una sonrisa.
¿Serás acaso tú por la que llora el mar? ¿Serás acaso la dicha?
¿Será entonces tu corazón el lugar donde deba hacer mella mi espada?

Ah! Miranda, hizo así natura,de flores y de sueños tu guirnalda
Para que seas en mi triste vida de felicidad embajadora y reflejo
Para que me duela mas la apesadumbrada hora en que me des la espalda

Y derruida por el tiempo, maltratada y con el cuerpo maltrecho ya añejo
te haré una diadema con perlas de lluvia y rimas de esmeralda
A ti Miranda, a esa belleza que trasciende la banalidad de los espejos

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar